lunes, 31 de marzo de 2008

Campamento en Maruata

Aquí tenéis un video (de no muy buena calidad) de nuestro campamento en Maruata.



Costa del Pacífico Michoacán - Maruata




Tres horas más de viaje y, tras una curva a la derecha, contemplamos una panorámica de Maruata increíble. Unos cuantos pitidos para celebrar nuestra llegada, y cogimos el desvío que nos llevase hasta la playa.

Una vez más nos bajamos de nuestros respectivos coches con impaciencia por ver la playa, el mar, la gente… había tres playas (nos explicó un lugareño bastante colocado). La más grande es donde mejor ambiente había porque se llena de gente joven. Las otras dos eran más tranquilas y bonitas. Dado que queríamos conocer gente optamos por la primera opción.

Llegamos a la playa donde nos íbamos a quedar. Había una especie de techumbres de palma bajo las cuales se podía acampar por 30 pesos (algo menos de 2 €). Buscamos el lugar adecuado, y montamos nuestro campamento, con ciertos aires de Gastetxe. 2 tiendas de campaña, 3 hamacas y una Ikurriña que no tardo en triunfar (flipé cuando un mexicano nos vino a hablar de Kortatu y Fermín Muguruza).

Ya instalados, comenzaron 3 días de tranquilidad (tónica general del viaje), alterada por las hogueras nocturnas con vecinos de tiendas, méxicanos la inmensa mayoría, y con los que hubo un rollo cojonudo en todo momento. Los días transcurrían entre paseos, baños, hamaqueo, cocos, pescadito, más cocos, cervezas, sol y más cervezas.

Lo mejor de esta playa era la diversidad de gente que había. Desde nuestros vecinos, una pareja de 40 años pasados, más majos que la hostia y con un rollo hippie elegante, hasta otros que se sentían los más hippies por su admiración a los alucinógenos (pero que nos hicieron pasar ratos muy divertidos). Tuvimos la suerte de encontrar gente encantadora, con la que las noches pasaban volando alrededor de una buena hoguera (todo ello amenizado por tequila con toronja, por supuesto).

Para rematar la jugada, pudimos comprobar que Maruata es uno de esos lugares en los que no te sorprendes si mientras vas en una barca te encuentras con una tortuga o con dos ballenas. Sin duda, un lugar en el que perderse.

Continuará.

viernes, 28 de marzo de 2008

Costa del Pacífico Michoacán





Este es el segundo de una serie de post dedicados al spring break. Como sabéis el plan consistía en recorrer playas de la costa de Michoacán, buscando aquellos lugares poco turísticos pero especiales. Nuestra parada estrella sería en Maruata. Sabíamos de ella a través de la revista "México desconocido" que la describía como un lugar no muy lejano al paraíso.


Con la ilusión de llegar a nuestro pretendido paraíso pronto, nos levantamos en nuestro hotelucho moreliense (precioso Morelia por cierto), recogimos los coches que habíamos alquilado y emprendimos viaje hacia la costa. Viendo que seguir hasta Maruata del tirón era una paliza (7 horas por una carretera peligrosisisima, no exagero, lo juro) decidimos que dormiríamos en Playa Azul, muy cerca de Lázaro Cardenas.


Tras 4 horas de conducción, o más bien, de supervivencia, cogimos el desvío que llevaba a Playa Azul. En este momento ya nos cercionarnos que no estábamos equivocados en nuestra idea de ir a un lugar poco turístico, ya que contemplando los pueblos que pasábamos no había atisbo alguno de explotación turística. Mensajes como "en el agua limpia no corre el cólera", o "en patio limpio no entra el mosquito del dengue" se podían leer a los lados de la carretera. Por un lado pensaba "mierda! ¿dónde me he metido?" y por otro sentía la satisfacción de estar en el lugar que quería "México profundo y auténtico, en el que poder ver las cosas como son y no como las hacen ver".


Por fin llegamos a nuestra primera parada. Aparcamos los coches en la playa (acababa de atardecer) y contemplamos como niños el Pacífico. Fue una sensación muy especial, ya que nunca había visto este mar. Después de 5 minutos contemplando el mar y celebrando nuestra supervivencia a la carretera (las pirulas que vimos se merecen otro post), buscamos un lugar donde dormir, y salimos a cenar.


Nuestra primera ración de buen pescado desde que llegamos a México!!! Mientras rechuperreteabamos las espinas, ya pudimos sentir la hospitalidad de la gente, que fue una constante durante todo el viaje. Después 2 copitas mirando al mar, charlando de cualquier cosa, y sintiéndonos unos privilegiados por estar en un entorno así, nos marchamos a dormir. Al día siguiente tocaba viaje otra vez.


Por la mañana, el primer baño en el Pacífico, y salida hacia Maruata.


Continuará.

jueves, 27 de marzo de 2008

Protagonistas. Viaje por el Pacífico


Este post va dedicado a presentaros a los protagonistas de la aventura.

Maik. El gasteiztarra más gringo jamás visto por la Kutxi. En sus frases siempre podrás escuchar un "hermano" o "a huevo!" que te harán dudar de su cordura. Su estelar aparición dirigiendose a un policía con un "¿pasa algo güey?" fue el preludio de un ratito en el calabozo, además de ganarse la admiración de mucha gente.

Carlos. El Canario más vasco del archipiélago. Con su labia canaria y el master en caballerosidad que está haciendo entre vascos, le convierten en una potencial estrella entre el sector femenino. Paso a paso Cani!.

Iban. El Marqués de Riscal personificado. Procedente de la Rioja Alavesa es el galán con más descuidos de todo centroamérica. Su enorme adaptabilidad a las situaciones (capaz de ser el más educado o de decir las mayores burradas) le convierten en una referencia de versatilidad.

Oier. El mayor sinvergüenza que ha pasado por México. Una mezcla explosiva entre moderno, hippi y friky que le hace tener un estilo particular. Un amante de la nieve que también sabe desembolberse bien en la playa. Algo reacio a los bichos y muy receptivo a las mujeres.

Javitxu. Se hace llamar Xabier. Apasionado de la política, se autoproclama el próximo lehendakari. Un vasco de pro, que en 15 días por aquí ya se siente mexicano de adopción. Mujeriego e inoportuno.

Miwi. Qué decir de él? quien lo conoce sabe lo que hay. Juerguista, aventurero, galán sin quererlo y de abrumadora naturalidad. Creador de anecdotas profesional, y futuro autor de un best-seller mundial.

Mikel (servidor). Único integrante cuerdo y sensato de la expedición. Está todo dicho.

Gran aventura, con grandes compañeros (se echo de menos a algunos más pero aún quedan viajes pendientes).

miércoles, 26 de marzo de 2008

Puta vergüenza

Este es uno de esos post que no se deben escribir en caliente, pero que hacerlo así es la única manera de poder expresar lo que sientes.
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Son las 4 de la mañana. Una birra rutinaria se ha convertido en una buena farra en un garito cercano a casa. Después de echar unas buenas risas llega el momento en el que recurres a tu buena conciencia y decides que es momento de irte a casa, ya que la siguiente cerveza te puede hacer terminar la "noche" a las 8 de la mañana.
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Pues bien, sales del antro con dos amigos comentando la noche. 300 metros te separan de tu casa. Cuando has recorrido aproximadamente la mitad se para a tu lado un coche de la policía federal del que se bajan dos individuos con un traje de esos que deben inspirar protección, confianza. Los tipos te dicen que es un control rutinario sólo para comprobar que no llevamos droga o armas. "ningún problema agente" respondes. Te ponen con las manos sobre el coche cual delincuente. Te cachean hasta descubrir un sospechoso bulto en tu bolsillo. La cartera. "saque lo que lleva ahí dentro" dice él. Te quita la cartera de las manos y te dice "¿llevas drogas aquí dentro?", "no", "!mírame a los ojos¡". Le miras mientras piensas "me la vas a liar cabrón". Notas que hace algo extraño con la mano. Te devuelve la cartera, miras lo que hay dentro y después le miras a los ojos con una sonrisa de "hijo puta me acabas de levantar 200 pesos". Él nota que te has catado de la jugada y reacciona poniéndose más agresivo "¡tú estás drogado!", y le dice al otro sinvergüenza de traje "mírale los ojos a este güey, está drogado ¿verdad?", a lo que el otro responde con otra pregunta "¿te has drogado?", "no". "ok, ¿le vas al Barça o al Madrid?" piensas "a tu puta madre". Los dos amigos ríen y dicen "al barça al barça, jaja". Los dos policías se meten en el coche con un "venga que les vaya bien", arrancan y se van. Miras a los colegas y les dices "ese cabrón me ha levantado 200 pesos". Ellos miran su cartera y con cara de sorpresa dicen "serán hijos de puta!!!". Total, se han levantado en dos minutos unos 1.000 pesos. ¿buen negocio verdad?, en fin...
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Esperaba dedicar este post a las vacaciones, sin embargo la vuelta me ha recibido con una pequeña dosis de realidad, ya que además de esto, mientras estaba tirado en la playa, a unos 1.500 km de aquí, intentaron entrar a robar en casa dos veces. Por suerte estaba por aquí Toño (y no la policía), mi compañero de piso, que les pilló infragantis y la cosa no paso a mayores.
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Hoy ha tocado hablar sobre lo malo de este país. Mañana tocará sobre lo bueno, que sin duda sobrepasa de lejos a toda esta mierda de corrupción y delincuencia.
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Viva México!... (cabrones!)
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Buenas noches

jueves, 13 de marzo de 2008

Estoy de vacaciones

Por fin llegó el viaje más esperado desde que llegué a México. En pocas horas estaré en Morelia, como primera etapa antes de llegar a la costa del Pacífico donde nos espera Maruata. Una de las playas vírgenes más espectaculares de la costa mexicana. Allí estaremos unos días, no sé cuantos. Después seguiremos hacia el sur buscando playas donde acampar, contactar con gente del lugar (y no tan del lugar), tomar cervezas... disfrutar de estas vacaciones al fin y al cabo.

Todos los viajes son especiales. Pero éste lo es más, si cabe, gracias a la presencia del incombustible Miwi (las historias las tenemos garantizadas). También se suma a la expedición Javitxu, que junto a Oier, Mikel, Ibang y Canario completan esta selecta lista de convocados. Prometo contaros, con pelos y señales, nuestro viaje a la vuelta. Mientras tanto...

Maruata.

jueves, 6 de marzo de 2008

Filosofia de viaje?

Dándome una vuelta por el Diario del viajero he encontrado un artículo que me ha resultado muy interesante. Aquí lo tenéis:

"Viajar barato, simple, con una mochila. Optar por hoteles de lujo, first class y coches con chofer. Esta es la disyuntiva a la que se enfrenta un turista que por razones que podemos comprender, prefiere quedar en el anonimato.

Este afortunado mochilero, en su segundo día de visita a Nueva Zelandia decidió probar suerte y comprar un billete de la lotería local. Con tan buena fortuna que va y se gana el primer premio: ¡ 1 millón de dólares neocelandeses (algo más de 500 mil euros) !

El turista en cuestión declaró que no piensa cambiar de estilo de viaje y que pensaba terminar el itinerario que tenía en mente. En sus planes originales estaba conseguir trabajos temporales a su paso. Suponemos que ahora lo hará en forma un tanto más desahogada. Ya no se preocupará por encontrar un lugar disponible en el próximo albergue.

Aunque, pensándolo bien, son dos visiones muy distintas de viajar. Cuando uno se lanza al camino con lo mínimo, confiando en lo que se va descubriendo y dejándose sorprender por la “suerte” o la buena onda que se va encontrando por ahí, se percibe de manera directa la realidad de ese lugar.

En cambio, si viajas “first class” debe terminar aburriéndote (tal vez sólo quiero consolarme pensando así). Que de un 5 estrellas a otro no debe experimentarse grandes diferencias. Que el desayuno buffet en uno de esos hoteles en New York, Bangkok o Sydney debe dejar poco a la sorpresa. Hoy por hoy, gracias a la famosa globalización, todos estos hoteles terminan pareciéndose y brindando sólo un “toque de color local”. "

Como amante de la mochila, soy de la opinión de que estas dos formas de viajar son radicalmente distintas:
La motivación para echarte la mochila a la espalda es la de conocer, interactuar, comprender... lo importante es el lugar, no las comodidades.

Por el contrario, la motivación para ir a un resort lo percibo desde el punto de vista del descansar, desconectar (o privar como un burro)... lo importante son las comodidades, no el lugar.
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La cuestión es, si estuvieseis en la situación del viajero del artículo ¿qué haríais?, ¿consideráis que viajar de mochilero es una filosofía, o es que no queda más huevos que hacerlo por cuestiones de pasta? Espero vuestras respuestas!

lunes, 3 de marzo de 2008

Real de Catorce

Real de Catorce, cuyo nombre proviene de la moneda de 14 reales que fue acuñada aquí por primera vez, puede definirse como mágico. Este pueblo está "perdido" en el desierto, situado sobre uno de los mayores yacimientos de plata del mundo. Viven en la actualidad cerca de 1.000 habitantes de los 15.000 que había hasta finales de los 80, cuando la caída del precio de la plata, obligó a la mayoría de los lugareños a buscarse la vida en otros lugares. Ahora las minas comienzan a explotarse de nuevo, pero esta vez en manos de inversores canadienses.

Real es considerado un lugar sagrado por los indígenas Huicholes, que vienen todos los años en peregrinación desde Chiapas y Jalisco, ya que según sus creencias ancestrales, aquí nació el Fuego. Aquí hacen sus ceremonias, además de recolectar en el desierto su alimento sagrado, el mágico cactus que ilumina su camino y su conciencia. El peyote.

Hemos podido comprobar que mucha gente se queda en este tranquilo pueblecito atraídos por la tranquilidad y misticismo que se respira en sus calles. También muchos, al igual que los Huicholes han hecho del peyote una forma de vida.

Otra curiosidad de Real es que aquí se rodó la película de The Mexican, protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts. Estuvimos apuntito de quedarnos en el hotel donde se alojó Julia durante el rodaje, pero nos pareció demasiado pureta. Al final terminamos durmiendo en un hotelucho los cinco juntos por 60 pesos la noche. Algo menos de 4 euros cada uno.

La verdad es que a sido un buen viaje. Ha habido tiempo para todo. Tranquilidad, paseos a caballo, "farra" a puerta cerrada en un garito guapísimo, y bastantes risas. Os dejo con unas fotillos que muestran bastante bien lo que ha sido esta escapada.