Después de unas cuantas semanas desconectado del mundo, ya toca poner fin a las vacaciones por el Pacífico para volver a comentar cosas más recientes.
El post anterior fue dedicado a Maruata, y este último va hablar de Nexpa. Nuestro destino final.
La cuestión es que los primeros días hubo una pequeña excisión del grupo y mientras la mayoría de la expedición visitaba Guadalajara, el señor García (más conocido como Miwi) y un servidor, decidimos seguir "playeando" hasta volver a juntarnos todos.
Tras discutir cuál era la mejor playa para pasar un par de días y tras algún que otro intento, decidimos llegar a Nexpa. Éste es un pueblucho surfero de (no me atrevo a decir un número concreto) pero no más de 50 lugareños, que gracias a la brabura de las aguas del Pacífico en sus playas, se ha ganado un nombre entre los aficionados al surf.
Para no variar fueron días de paz, tranquilidad y buen pescado. Un lugar, como todos los que estoy conociendo, especial. Llegar a una playa, y sentarte a tomar unos tragos alrededor de una hoguera llena de gente a la cual no conoces, pero da igual, todos charlan, cantan... se divierten al fin y al cabo. Todo esto en un entorno mágico como son las playas perdidas del Pacífico, no tiene precio.
1 comentario:
Muchas gracias por contar las aventuras del viaje. Un fuerte abrazo.
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