miércoles, 20 de febrero de 2008

Pensando en voz alta, Cuba I

"A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento... les comunico que no aspiraré ni aceptaré, repito, no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe"

Hoy quiero pensar en voz alta sobre el país más interesante que he visitado. Cuba. Desde mi visita en septiembre de 2006 no he dejado de mostrar interés por esta maravillosa isla y por sus gentes. Sin embargo, y es esto lo que hace especial a Cuba, cuanto más me intereso por la calidad de sus gentes, el apoyo (o no) a la revolución, posibles salidas a la situación actual… más confundido termino.

Ayer me levantaba con la noticia de la renuncia del que ha sido Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe durante el último medio siglo. Se me ocurren muchos buenos adjetivos para calificar a Fidel, sin embargo con tan sólo uno malo pierden sentido todos ellos. Dictador. Quiero que quede claro esto, a pesar de todo lo que se pueda interpretar en esta reflexión jamás defenderé un régimen dictatorial.

Me gustaría dejar de un lado la política y centrarme únicamente en el PUEBLO Cubano. También sé que no lo voy a conseguir.

¿Cómo viven los cubanos? Por lo general es gente feliz. Tienen acceso a necesidades básicas, que países vecinos bajo gobiernos democráticos no tienen, como es la educación y la sanidad. Sin embargo, y a pesar del apoyo mayoritario al socialismo, son muchos los idealistas (tanto como Fidel) que deciden emprender un viaje sobre dos neumáticos por alta mar en busca de eso que les falta en la isla. La libertad. Y que muy posiblemente tampoco encuentren cuando lleguen (si llegan) a su destino.

¿Existe apoyo al gobierno revolucionario? Por supuesto que el apoyo ha existido a lo largo de estos 50 años. De más a menos. La revolución terminó en 1959 con el régimen dictatorial de Batista, cuyas señas de identidad eran la desigualdad, la inmoralidad y la corrupción, que había convertido Cuba en un paraíso de sexo, drogas y rock&roll para los multimillonarios americanos.
Fidel, y en aquella época Ernesto “Che” Guevara consiguieron el apoyo del pueblo, promoviendo un Estado de igualdad y libertad. Con el paso de los años, la igualdad ha ido comiendo terreno a la libertad, y el apoyo incondicional debilitándose. Me gustaría hacer una pregunta a quien crea que no existe apoyo a la revolución: ¿Cómo es posible que una sola persona con la población en contra y todos los países del mundo (excepto la Unión Soviética hasta comienzos de la perestroika) dispuestos a ofrecerle su ayuda para derrocarla, siga en el poder tras 50 años? Creo que no hay lugar a duda. El apoyo existe.


Para aquellos que les guste pensar a través de las fotografías, esta la saqué en la Plaza de Armas, La Habana.

1 comentario:

Rubén10 dijo...

Totalmente deacuerdo Mikel.
Por cierto se sale la foto!
Un abrazo